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viernes, 23 de julio de 2010

Pues va a ser que soy racista… sí, sí, sí…

Leo en un periódico bastante solvente, La Opinión de Málaga, un reportaje sobre militares españoles en Afganistán en el que se afirma que las mujeres tienen que viajar con las cabras en el maletero del coche de sus maridos, que sus padres las venden por unos 150 euros en matrimonio (ojo, nada de alguna, la mayoría, se venden por sacos) o que no pueden ir al médico, que son sus maridos quienes van por ellas y cuentan cuáles son sus síntomas…
Al final el burka es el menor de los males de las mujeres afganas…
Lo siento, soy racista, xenófoba, como lo queráis llamar, no entiendo ni soporto eso que falsamente se llama cultura… cultura, UN MOJÓN.
A los politicuchos demagogos y a las falacias volantonas como las cucarachas americanas ¿me vais a comparar el burka con el hábito de monja? Amos, no fastidiéis… Tres.