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domingo, 5 de marzo de 2017

Cuando Logan te cura de espantos

Hugh Jackman
Una entrada fresca entre tantas enlatadas nunca viene mal.

Pocas veces he visto un personaje de cómic hecho piel como James Howlett, Logan, se calza a Hugh Jackman. Para los que nos enseñamos a leer con Marvel, es mucho.

Excepto por la innecesaria muestra sangrienta, en un mundo desagradable hasta la anestesia, la película plasma una realidad humana más allá de la mutante: la necesidad de descansar en paz aquellos que sufren, su derecho a que tanto dolor redima sus errores (véase diferencia entre errar y ser un H de la GP).

Lobezno
Porque existen seres con los que la vida se ensaña, y los obliga a vivir para regocijarse en su obra, también hay héroes a los que mirándolos a los ojos reconoces las dos o tres eternidades de cansancio acumulado en una mirada que es universo, que a pesar de todo son supervivientes y que merecen la paz de sus almas más allá del bien o del mal. Porque no hay nada más cruel que obligar a vivir a quien no lo desea, tanto como obligar a morir a quien no lo merece (sí, hay más de un espécimen que merece la hoguera, otra cosa es que nadie tenga el derecho a hacerlo).

Ya que no hemos elegido nacer, no sé por qué no podemos elegir morir.